
¿Qué es el Tonalamatl?
El Tonalamatl es un sistema matemático con la cual los antiguos pueblos de Anahuac contaban los días. Este sistema está ordenado en diferentes cuentas, las cuales están relacionadas al movimiento de los astros, los ciclos de la naturaleza en la tierra y la gestación del ser humano en el vientre materno.
Muchos de nosotros hemos recibido de nuestros padres un nombre que no nos ha significado un vínculo con todo lo que nos rodea, hablando del Cosmos, la Tierra y de las manifestaciones de la vida en nuestro maravilloso planeta. Esto era algo que no se daba en los tiempos en que nuestros abuelos Anahuacas mantenían la gran cultura que hemos heredado.
En la gran Tenochtitlan, cuna de la civilización Mexicah, cuando un nuevo miembro ingresaba a la comunidad era presentado ante el «Tonalpouhque» que era aquella persona que conocía la dinámica del tiempo y las energías que se manifestaban en cada elemento del calendario en un día determinado.
El «Tonalpouhque» era un conocedor de los «Amoxtin» o libros sagrados, hoy conocidos como códices. En estos «Amoxtin» se plasmaban las energías y los acompañantes siderales, terrenales, diurnos y nocturnos que se manifiestan en la cuenta del tiempo. A este conjunto de elementos se les da el nombre de «Tonalamatl» que es la cuenta de las energías sagradas de nacimiento.
Con base en el «Tonalamatl» era que se le asignaba el nombre al nuevo miembro de la comunidad y a los padres se le hablaba de su destino en cuanto a las habilidades que podía desarrollar por las energías que lo acompañaban desde su nacimiento.
Partiendo de nuestra herencia sagrada es como hemos llegado a conocer que cada uno de nosotros es acompañado de determinado conjunto de energías que son impregnadas en nosotros el día en que se asoma al mundo nuestra mollera. Conocer nuestras sagradas energías de nacimiento nos permite conocer mas de nosotros al saber con qué energías estamos conectados y también saber cuáles son las características de personalidad que mas debemos pulir para ascender un peldaño en nuestro camino evolutivo.
En estos tiempos en los que se ha hecho evidente la falta de conexión con el cosmos y con la Tierra es tarea fundamental que comencemos a formar un verdadero rostro y corazón. Es el tiempo en el que cada uno de nosotros necesita recibir su nombre cósmico y comience a vibrar con él para reintegrarse a la búsqueda de sí mismo y de lo que nos rodea.
Hoy día existen los «Amoxtin» o libros sagrados para que con ellos basados en nuestra fecha y hora de nacimiento conozcamos nuestras venerables energías de nacimiento y saber cuál es nuestro verdadero nombre, el nombre cósmico. Vibrar con él nos lleva a reencontrarnos de una manera mas armonizada e integrada con todo lo que nos rodea.
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ESTRUCTURA DE NUESTRO CALENDARIO ANAHUACA
Nuestro calendario antiguo no pudo haberse hecho en 200 o 300 años en la civilización Mexicah como lo suponen algunos estudiosos de nuestra cultura ancestral. Los Mexicas al igual que los Mayas heredaron buena parte del conocimiento que se desarrolló en la cultura Olmeca.
Entre las cosas que pudieron retomar los Aztecas está la cuenta calendárica y el conocimiento de la dinámica del cosmos que fue representado en el Tonalmachiotl mejor conocido como «Calendario Azteca». Por lo tanto este sistema calendárico es milenario y ha pasado de civilización en civilización llegando ahora a nosotros para su utilización.
Es importante reconocer que nuestra cuenta calendárica Anahuaca es una de las mas exactas que ha podido crear el ser humano ya que no únicamente lleva el registro de cada día sino que también hace la cuenta de la energía que predomina en cada uno de ellos, por lo tanto y a manera de ejemplo, el día malinalli (hierba torcida) energéticamente va a ser un día mas sutil que el día Ocelotl (jaguar) y el día atl (agua) será mejor día para emprender un proyecto que el día Miquiztli (muerte).
La estructura del calendario en sí misma integra a tres calendarios uno llamado «Tonalpohualli» que es el calendario religioso que consta de 260 días, o sea el tiempo de gestación de un ser humano, mantiene una cuenta llamada «Xiuhpohualli» de 365.25 días referente al ciclo de la Tierra y finalmente una cuenta de cuatro «Tlalpillis» o atados de trece años que forman una cuenta de de 52 años llamada «Xiuhmohpilli» que mide los ciclos de Venus. Entonces nuestro calendario antiguo integra en una perfecta armonía los ciclos del hombre, con los de la Tierra y el Cosmos en una matemática exacta.
La composición calendárica esta representada por 13 numerales, 20 días, 18 veintenas y un ciclo de 5.25 días llamado «Nemontemi» o días muertos.
El «Tonalpohualli» nace de la integración de los trece numerales y los 20 días, o sea 13X20=260
El «Xiuhpohualli» nace de la integración de las 18 veintenas con los 20 signos de los días mas los 5.25 Nemontemis, o sea 18X20=360 +5.25= 365.25 lo que es un ciclo solar de la Tierra.
El «Xiuhmohpilli» se cuenta como la integración de los cuatro Tlalpillis que son: 13 años «Calli» Casa, 13 años «Tochtli» conejo, 13 años «Acatl» carrizo y 13 años «Tecpatl» pedernal, o sea 13X4=52. Nuestros abuelos Mexicas en cada Xuhmohpilli encendían el fuego nuevo en símbolo de renovación total. El último Tlalpilli Tecpatl que vivimos concluirá en el año 2026.